2018-09-04 | INSTITUCIONAL

Reconocimiento a Daniel Filidoro por sus años de trabajo

Tras pronunciar unas emotivas palabras, Guillermo Hernández, por entonces presidente del Centro, entregó a “Danielito”, como lo conocen en la institución, una plaqueta conmemorativa. El evento, que culminó con un brindis, contó con la presencia de las autoridades y miembros del Centro así como de Norma y Raúl, padres del homenajeado.

Filidoro comenzó a trabajar en el Centro, luego de terminar su educación en trabajos de oficina, como parte de un programa de capacitación para personas con síndrome de down. De personalidad alegre y desenvuelta, rápidamente se convirtió en un ser muy querido tanto por sus compañeros como por personas de entidades y empresas relacionadas.

Al preguntarle por su hijo en su paso por la institución, Raúl Filidoro, ex Gerente General del Centro, recordó la facilidad que éste tenía para socializar y el cariño que rápidamente le tomaban todas las personas que lo conocían: “Recuerdo que, en un momento, algunas personas se me acercaron con la inquietud que Daniel se estaba demorando un poco más de lo habitual cuando salía a realizar trámites. Cuando le pregunté qué sucedía, me respondió que los gerentes lo invitaban a tomar café y le charlaban y que él aceptaba porque creía que no podía ser descortés.”

Previo a recibir este reconocimiento, hablamos con él sobre las experiencias y sensaciones que le dejó haber trabajado en el Centro tantos años.

¿Qué sentís después de haber trabajado durante 20 años en el Centro de Navegación?

D.F: En lo personal siento que fue una gran experiencia. Puedo decir que me he sentido realmente en familia, cómodo y, sobretodo, muy contento con el equipo de gente que trabaja acá y con todas las personas de las agencias marítimas que me abrieron las puertas de sus oficinas de una manera muy cálida a lo largo de los años.

¿Qué es lo más importante que te llevas de este lugar?

D.F: Muchas cosas. En principio, algo que yo priorizo mucho y que encontré acá, es un gran grupo de personas y equipo de trabajo. Después, todo lo que significa haber tenido mi primer trabajo en Buenos Aires, en algo en lo que yo me estaba capacitando.

En este sentido, me gustaría agradecerles especialmente a tres personas muy importantes para mí a nivel emocional: mi papá, Daniel Ayude y Silvana Bolettieri, quien me tomó el test de ingreso al Centro.

¿En qué consistía tu trabajo?

D.F: Mi cargo era Auxiliar de Oficina y me encargaba de algunos trámites administrativos, cobros y relaciones protocolares con la preparación de los salones previas a las reuniones o capacitaciones que se realizan en el Centro.

¿Qué te llevó a dejar el trabajo?

D.F: Fue una decisión mía de “parar la pelota”, un poco relacionado con la recomendación de mi médico ya que estaba con mucho estrés.

¿Qué te ves haciendo a futuro? Sabemos que además sos actor…

D.F: Sí, me encanta la actuación. Es algo que hago hace años.

Comencé haciendo un curso de actuación y luego conocí en un taller del Teatro San Martín a Ana María Giunta quien me propuso trabajar con ella. A partir de ahí estuve 10 años haciendo varias obras de teatro como: Romeo y Julieta, Sueños de una noche de verano, La tempestad y Otello. Puedo decir que fueron años gloriosos en los que me sentí muy bien, tenía un gran equipo de trabajo y llenábamos sala en cada espectáculo. Después tuve la oportunidad de trabajar con Suar en una miniserie “Primicias”, luego en Canal Nueve hice una tira que se llamó “Ciudad Prohibida” y a partir de ahí fui pasando de canal en canal, y llegué a almorzar con Mirtha Legrand.

Hoy tengo varios proyectos en mente y estoy trabajando para llevarlos adelante.

De esta manera, celebramos el paso de Danielito por el Centro y destacamos su desempeño en cada una de las tareas que llevó adelante. Es para nosotros un orgullo que él se haya podido desarrollar en nuestra institución y nos sentimos agradecidos de haber tenido la oportunidad de crecer y aprender junto a él durante los últimos 20 años.